1. Identificar los cuentos que queremos contar.
2. Posibilitar un espacio para contar, escuchar y dialogar.
3. Entrenar la imaginación.
4. Estimular la invención de historias desde la oralidad.

1. Contamos lo que nos cuenta. Las historias que narremos deberán tener sentido para nosotros. Es necesario profundizar y averiguar qué vivencias cercanas, qué emociones o sentimientos habitan esas historias por las cual nos sentimos atraídos. Buscar en cada rincón de la historia. Podemos sentirnos identificados con el protagonista, con algún personaje secundario, con el tono de la historia, con su argumento o simplemente con un hilo invisible que va más allá de cualquier tipo de razonamiento.
2. Preparar el cuento. Hacerlo nuestro, leerlo las veces que sea necesario, reescribirlo con nuestras propias palabras, identificar la sucesión de acciones, reconocer su estructura, ubicar sus puntos claves, dibujarlo, imaginarlo en silencio, decirlo en voz alta.
3. El narrador. La voz: Reconocerla, escucharla, aceptarla ¿Cuál es la voz que me identifica? La palabra: Estamos habitados por palabras, rodeados de palabras, guiados por palabras, ¿Cuál es mi relación con las palabras? La comunicación: ¿Expreso claramente mis pensamientos a la hora de comunicarme? El cuerpo: la mirada, el gesto, el silencio, expresión no verbal, posibilidades físicas. ¿Cuál es mi postura frente a la vida?
4. El cuento se completa con el público. Con la preparación del cuento en soledad la mitad del trabajo queda hecho. Es con el público con quien completamos las historias. En este escenario el narrador y la historia crecen y se mantienen vivos. Los relatos orales se completan con quienes los escuchan. Es necesario contarlo muchas veces para reconocer sus puntos débiles y sus fortalezas.
5. Dos fantasmas silenciosos. La búsqueda de aprobación y el miedo a la equivocación. Si bien esto no es algo que le ocurre a toda persona que pasa a contar cuentos ante un público, vale la pena tenerlo en cuenta y reconocerlo desde el inicio para evitar todo tipo de distracción que pueda entorpecer nuestro acto de narrar. Estar nervioso a la hora de contar ante un auditorio puede considerarse “normal”, debemos reconocerlo, aceptarlo y utilizar las herramientas adecuadas para afrontarlo.

8 sesiones prácticas y teóricas, de las cuales podemos elegir una para una presentación colectiva como muestra final del taller por medio de plataforma Zoom, decisión que se tomará en común acuerdo.

Clases online. La grabación de la clase se envía solo como excepción (no se puede tomar el taller sin participar de las clases).

Sesión 1: Jueves 14 de octubre

Sesión 2: Jueves 21 de octubre

Sesión 3: Jueves 28 de octubre

Sesión 4: Jueves 4 de noviembre

Sesión 5: Jueves 11 de noviembre

Sesión 6: Jueves 18 de noviembre

Sesión 7: Jueves 25 de noviembre

Sesión 8: Jueves 2 de diciembre